CLAROSCURO EN OBRAS DE FRIEDRICH.

CASPAR DAVID FRIEDRICH: Greifswald, (Pomerania Sueca), 1774- Dresde 1840, Alemania. Fue el paisajista más destacado del romanticismo alemán del siglo XIX. Es conocido por sus paisajes alegóricos donde muestra figuras contemplativas opuestas a cielos nocturnos, nieblas matinales, árboles estériles o ruinas góticas. Intentaba dar una respuesta subjetiva y emocional al mundo natural.

Autorretratos de Friedrich.

Su obra cayó en desgracia durante sus últimos años y él murió en la oscuridad.

El siglo XX renovó la apreciación de su obra a partir de 1906 en Berlín. En la década de 1920, sus pinturas fueron descubiertas por los expresionistas; en la década de 1930 y principios de los 40, los surrealistas y existencialistas tomaron ideas prestadas de su trabajo. Luego se le asoció erróneamente con el nazismo y hasta 1970, no recuperó su reputación como pintor de renombre mundial.

Fue un pintor-filósofo. Creó la concepción del «paisaje sublime», luego llamado también «paisaje íntimo», una nueva modalidad que será muy imitada.

Inicialmente dibujó mucho con tinta sepia; y posteriormente óleos sobre lienzo. Sus paisajes preferidos eran los temas montañosos y marinos.

A diferencia de los paisajistas anteriores, se inspiró en los paisajes reales que conoció, con una cuidada composición, con seres humanos contemporáneos, pertenecientes generalmente a la burguesía, con sus trajes típicos (reflejando su sentimiento antinapoleónico). Destacó por su realismo y también por su simbolismo; quería generar un sentimiento de religiosidad a través del paisaje, (era muy religioso).

Cultivó una metafísica de la luz, propia del cristianismo neoplatónico. En el primer plano aparecen las personas ( lo humano), generalmente de espaldas, y en tamaño diminuto y los planos posteriores, la naturaleza en toda su grandeza (lo divino).

Estaba obsesionado con la muerte y la vida después de ésta, (debido a varios fallecimientos ocurridos en su familia a lo largo de su infancia)

Realizó bocetos de monumentos y esculturas para mausoleos.

Pintó también «cuadros transparentes», es decir, cuadros sobre papel transparente, que se iluminaban en un salón oscuro con acompañamiento de música; apreciándose así una obra de arte global; según cómo se iluminaban aparecía una escena diurna y otra nocturna, ya que estaban pintadas por las dos caras.