JOAN MIRÓ: Barcelona, 20 de Abril de 1893- Palma de Mallorca, 25 de Diciembre de 1983.
Pintor, escultor, grabador y ceramista español; considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. En su obra reflejó su interés en el subconsciente, en lo «infantil» y en su país. Considerado por Breton como el más surrealista de todos.
Foto de Miró.
Miró:» Nunca sueño cuando duermo, sino cuando estoy despierto».
SU VIDA Y OBRA:
Estudió comercio, según deseo de su padre para tener una preparación. Al mismo tiempo asistía a la escuela Llotja para dibujar en las clases nocturnas.
Terminó comercio con 17 años y trabajó durante 2 años en una droguería, pero cayó enfermo y se retiró a Mont-roig del Camp, a una casa familiar que tenía en dicho pueblo. Cuando regresó a Barcelona ingresó en la Academia de arte dirigida por Francesc D´Assís Galí,( ya con la firme resolución de ser pintor), donde conoció las últimas tendencias artísticas europeas y a la que acudió hasta su cierre en 1915. Mientras, también asistía a clases de dibujo del natural, en el Círculo Artístico de Sant Lluc, donde formó el grupo artístico Agrupación Courbet en Febrero de 1918.
Francesc D´Assís Galí transmitió a Míró el reencuentro «noucentista» con la naturaleza, pero alejado del modernismo y del academicismo, siendo su método de observación visual y táctil del objeto pintado, como algo que se refleja en Miró de manera muy clara.
Miró: «Galí era un hombre de visión amplia, un hombre muy abierto. En su academia, por ejemplo, no se trataba de pintar una naturaleza muerta o de dibujar un modelo que venía. No. Todos los sábados íbamos al campo con Galí y los compañeros de taller. Pero no hacíamos esbozos, de ninguna manera. Salíamos a pasear y por la noche, al volver, se tocaba música, se leía poesía […]. En la academia empecé a leer a los poetas, y no en casa de mi familia». Esto lo comentó Miró años después en una entrevista mantenida con Georges Raillard.
Con Galí, Miró, se encontró, pues, con una visión global de la experiencia artística: con la pintura, la escultura y la poesía.
Hasta 1919 se percibe en las pinturas de Joan Miró una clara infuencia del Cubismo, y el Fauvismo.
1917. Ciurana,The Path. Tappenbeck Collection. París. Francia.
Retrato de E.C. Ricart. 1917. The Metropolitan Museum of Art. New York,.USA.
Ermita de Sant Joan d´Horta. 1917. Donación de Joan Prats. Fundación Joan Miró de Barcelona. Barcelona. España.
Casa con palmera. 1918. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid. España.
La botella azul.
Autorretrato. 1919. Museo Picasso de París. París. Francia.
Desnudo con espejo. 1919. Kunstsammlung Nordhein-Westfalen. Dusseldorf. Alemania.
Naturaleza muerta con un molino de café.
Montroig, viñedos y olivares.
En 1920 hace su primer viaje a París, después de pasar el verano, como siempre en Mont-roig y se establece allí (París), utilizando el taller del escultor Pablo Gargallo, tras un trato con él para utilizarlo sólo los inviernos.
Hizo su primera exposición en París en 1921, y a pesar de no vender nada, la crítica fue favorable. Conoció a André Masson, Max Jacob y Pablo Picasso.
La mesa (naturaleza muerta con conejo). 1920. Colección de Gustav Zumsteg.
Durante los años 1921-22 realizó «La Masía», siendo la obra culminante de su época «detallista«; representa la granja de su familia en Moint-roig. Finalmente la compró Ernest Hemingway, por 5.000 francos.( Después de pasar penurias).
De aquella obra incomprendida, años después diría el propio Miró: » La Masía fue el resumen de toda mi vida en el campo […] Y quise poner en ella todo lo que yo amaba del campo. Creo que es insensato dar más valor a una montaña que a una hormiga ( y éso los paisajistas no lo saben ver), y por éso no dudé en pasarme horas dando vida a la hormiga«.
La esposa del granjero.1922-23. Colección Privada. París. Francia.
Lo que en la Masía es realismo detallista, en «Paisaje catalán o el cazador» se convierte en sintética alegoría formal de la tierra catalana y de sus gentes, seguramente gracias a que en el ínterin que separa un cuadro del otro Miró conoció la obra de Paul Klee y se relacionó con André Masson y, a través de éste, con Paul Éluard, Louis Aragon, André Breton (quien compraría en un principio la tela) y Robert Desnos, quienes le sumergieron plenamente en la poética surrealista. Firmó el Manifiesto surrealista en 1924.
Toma sin duda, la libertad metafórica del surrealismo; lo hace con el primitivismo de los murales románicos catalanes, con el collage cubista, y no esconde tampoco su simpatía por el Dadaísmo, (sobre todo el de Man Ray). Recurre a un lenguaje formal más geometrizante y se encamina hacia una dadaísta destrucción de la pintura.
La tierra labrada. 1923-24. Solomon R. Guggenheim Museum. Nueva York. USA.
Carnaval de Arlequín. 1924-1925. Galería de Arte Albright-Knox de Buffalo. New York. USA.
Siesta. 1925. Museo Nacional de Arte Moderno. Centre Georges Pompidou. París. Francia.
Baño de mujer. 1925. Museo Nacional de Arte Moderno. Centre Georges Pompidou. París. Francia.
Paisaje. 1924-25. Museo Folkwang. Essen. Alemania.
Caballo de circo. 1925. Musee d´Ixelles. Bruselas. Bélgica.
Diálogo de insectos. 1925. Colección privada. París. Francia.
El punto rojo. 1925. Colección privada.
Hombre con pipa. 1925. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid. España.
Personaje tirando una piedra a un pájaro. 1926. The Museum of Modern Art. Nueva York. USA.
Perro ladrando a la luna. 1926. Museo de Arte de Filadelfia. Filadelfia. USA.
Mano apresando un pájaro. 1926. Colección privada.
Liebre. 1927. Museo Solomon R. Guggenheim. New York. USA.
Paisaje con gallo. 1927. Colección de Stephen Hahn. New York. USA.
En 1928, el Museo de Arte Moderno de Nueva York adquirió dos de sus telas, lo que supuso un primer reconocimiento internacional de su obra. Este año Miró se fue a Holanda y los maestros holandeses barrocos le inspiraron su serie de «Interiores barrocos».
Interior holandés II.1928.
Interior holandés III.1928.
En «los monstruos» y las «pinturas salvajes» adopta un tono pictórico más siniestro para dar razón del horror que le provoca la situación política del momento.
Miró:» Cuando me coloco delante de un lienzo, no sé nunca lo que voy a hacer; y yo soy el primer sorprendido de lo que sale».
Bailarina española. 1928. Collage.
Mujer sentada. 1932. Colección Privada.
Personajes con estrella. 1933. Instituto de Arte de Chicago. Chicago. USA.
Personajes rítmicos. 1934. Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen. Dusseldorf.
Hombre y mujer delante de un montón de excrementos. 1935.
Soga y personajes I. 1935. Óleo y cuerda sobre cartón montado sobre tabla. Museo de Arte Moderno. New York. USA.
Mujer y perro cara a la luna.1936.
Aidez l´Espagne.1937.
Con este pochoir colaboró en el pabellón que la República española erigió en la Exposición Universal de 1937.
La guerra civil española acentuó la dicotomía que tenía en su trayectoria entre desgarro violento (cabeza de mujer) y evasión ensoñadora (Constelaciones), que poco a poco se fue resolviendo en favor de una renovada serenidad, animada por un retorno a la ingenuidad de la simbología mironiana tradicional ( el pájaro, las estrellas, la figura femenina), que parece reflejar a su vez el retorno a una visión ingenua, feliz e impetuosa del mundo.
Mujer con collar. 1938. Tinta china y toques de acuarela sobre papel . Colección privada.
Mujer sentada. 1938. Museo de Arte Moderno. New York. USA.
Retrato II. 1938. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid. España.
Nocturno. 1940. Témpera, gouache, huevo,óleo y pastel sobre papel. Colección privada.
Figuras y constelaciones. 1941. Instituto de Arte de Chicago. Chicago. USA.
Constellation. Awakening at Dawn. 1944. Private Collection. New York. USA.
Personajes en la noche guiados por los rastros fosforescentes de los caracoles.
El canto del ruiseñor a media noche y la lluvia matinal. 1944.
Mujeres cercadas por el vuelo de un pájaro.
Painting. 1950. Stedelijk van Abbemuseum. Eindhoven.
Mujeres y pájaros a la salida del sol.
Entretanto, Miró amplió el horizonte de su obra con los grabados de la serie Barcelona (1944), y, un año después, con sus primeros trabajos de cerámica, realizados en colaboración con Llorens Artigas.
En 1956 se retiró a la Isla de Mallorca -ciudad con la que mantendrá una relación muy especial, pues su ascendencia materna era mallorquina y allí también se casó en 1929 con Pilar Juncosa- donde Lluís Sert le construyó un estudio ( En Son Abrines).
En las décadas de 1950 y 1960 realizó varios murales de gran tamaño para localizaciones tan diversas como la Sede de la Unesco en París, la Universidad de Harvard o el aeropuerto de Barcelona; a partir de ese momento y, hasta el final de su carrera alternaría la obra pública de gran tamaño, con el intimismo de sus bronces, collages y tapices.
La idea de Miró de que poesía y pintura únicamente diferían en la manera de ser expresadas, se pone absolutamente de manifiesto en obras pictóricas como la serie de los «Azules» de 1961. Y también ésto le convirtió en entusiasta colaborador de proyectos editoriales.
Miró:»Trato de aplicar colores como palabras que forman poemas, como notas que forman música».
Miró: » Me siento en la necesidad de alcanzar el máximo de intensidad con el mínimo de medios».
Azul I. 1961.
Azull II. 1961.
Azul III. 1961.
El muro del sol.
El muro de la luna. Detalle.
Para David Fernández Miró.
Para Emili Fernández Miró.
Desnudo.
Papier collé.
Bailarina.
El gentleman.
Mujer y pájaro al claro de luna. Tate Gallery. Londres. Inglaterra.
Mujer ante el sol.
Mujer ante un eclipse. 1967.
Pájaro en la noche.
Pájaro, insecto, constelación.
Maternidad.
Silencio.
Pareja de amantes en la noche.
Música del crepúsculo V.
Lienzo quemado I.
Mensaje de un amigo.
Mayo 1968. 1973. Fundación Joan Miró de Barcelona. Barcelona. España.
En 1975 se inauguró en Barcelona La Fundación Miró, cuyo edificio diseñó su gran amigo Josep Lluís Sert.
Maqueta A de la sèrie Gaudí. 1975.
Maqueta B de la sèrie Gaudí. 1975. Collage, tinta, gouache y pastel.
Maqueta núm. 1 de la sèrie Gaudí. 1975. Collage, tinta, lápiz, gouache y pastel.
Maqueta núm. 10 de la sèrie Gaudí. 1975. Collage, tinta, lápiz, gouache y pastel.
Maqueta núm. 11 de la sèrie Gaudí. 1975. Collage, tinta, gouache y pastel.
Mujerl. 1976. Regalo de George L. Erion. The National Gallery of Art. Washington. USA.
Pintura 3.
Personajes sobre fondo rojo.
Personajes y perro ante el sol.
Pintura mural.
Pintura sobre cartón lacerado.
Pintura.
Placa redonda.
Retrato de muchacha.
Poema I.
Serie Grans rupestres. 1977. Aguafuerte al azúcar.
Sèrie grans rupestres. 1977. Aguafuerte al azúcar.
Tríptico.
Una estrella acaricia el seno de una negra.
Maqueta per a la sèrie Els Gossos. 1978. Collage y tinta sobre prueba de resinas.
Maqueta per a la sèrie Els gossos. 1978. Collage, gouache, pastel y grabado al azúcar sobre prueba de resinas 2.
Maqueta per a la sèrie Els Gossos. 1978. Collage, gouache, pastel y grabado al azúcar sobre prueba de resinas.
Maqueta per a la sèrie Els gossos. 1978. Collage, tinta y pastel . Grabado al azúcar y resinas.
El aspecto de sus cuadros, su estructura, su configuración, son sólo letra muerta para todos aquellos que se obstinan en considerarlos imágenes abstractas y disposiciones decorativas de líneas. Miró no pinta jamás por el placer de pintar. Ignora el placer estético, como fin en sí mismo, el placer sin mezcla de la poesía pura, de las formas y de los colores. Escribe poemas visuales que traduce con la ayuda de signos gráficos. Asociaciones de palabras, de ideas, de sensaciones. Es decir, Miró procede exclusivamente como un pintor o como un filósofo que habla mediante parábolas.
En Cataluña, Joan Miró ayudó a forjar la tan necesaria renovación del arte de posguerra, que se concretó en grupos como: Cobalto 49 y, sobre todo, el Dau al Set (1948-51) de Joan Brossa, Antoni Tàpies, Joan Ponç, Juan Eduardo Cirlot, Modest Cuixart, Joan-Josep Tharrats y Arnau Puig. También su huella se dejó sentir en el grupo El Paso, y, especialmente, en Antonio Saura (quien siempre reconoció su gran deuda con él).; en el Equipo Crónica , e hizo también eco en pintores y escultores que trabajan en las dos últimas décadas del siglo XX, que beben del surrealismo mironiano.
Miró:» Una forma nunca es algo abstracto, es siempre un hombre, un pájaro o algo más. Forma es nunca considerar la forma».
Miró: » No creo que el arte haya llegado a ningún callejón sin salida. El hombre siempre irá abriendo nuevas puertas; lo importante es saber a dónde conducen esas puertas. Y luego tener fuerza para emprender el camino que se ve desde ellas».
Fuentes de información:
-Summa Pictórica. De las Vanguardias a la Posmodernidad. Historia Universal de la Pintura. Editorial Planeta. Pág 256- 274.
-Todas las fotos: La ciudad de la pintura.
-Citas: Frases y pensamientos. Frases de Joan Miró.