NORMAN FOSTER: EL ARQUITECTO IMPARABLE Y MÁS FAMOSO DEL MUNDO.

NORMAN FOSTER: Nació en Manchester, el 1 de Junio de 1935. Es un arquitecto británico. Realiza obras de la más avanzada tecnología. Ha sido galardonado con el premio Pritzker en 1999 y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2009.

Fotografías de Norman Foster.

Es el presidente de la Fundación Norman Foster, que se inauguró recientemente, en Julio de 2017 en Madrid. Es una fundación que fomenta el pensamiento y la investigación interdisciplinar para ayudar a nuevas generaciones de arquitectos, diseñadores y urbanistas a anticiparse al futuro. Realiza proyectos a nivel global.

Actual Fundación Norman Foster. Madrid. (Antiguo Palacio del Duque de Plasencia).

VIDA Y OBRA:

Foster fue un niño pobre, que hasta los veintitantos vivió en un deprimido barrio de Manchester de posguerra, en una casa de dos habitaciones sin cuarto de baño.

Quiso ser arquitecto y fue el primer joven de Crescent Grove que pisó la Universidad. «Que alguien aspirara en mi barrio a tener una carrera era tan inaudito como que llegara a ser Papa».

Pero lo logró y con las mejores notas. Estudió arquitectura en la Universidad de Manchester. Era un dibujante eficaz, rápido; trabajaba día y noche. Fue becado por partida doble en la Universidad de Yale y en la Patricia Ivy League, ambas en Estados Unidos.

En EUA, se encontró una sociedad más optimista y menos estratificada, donde, al contrario que en la vieja Inglaterra, no importaba el acento ni de qué gran escuela privada provenías. Desde aquellos lejanos días la sociedad americana le fascina.

Allí se hizo arquitecto y admiró la obra de sus grandes mitos: desde Mies y los Eames a Gropius Y Lloyd Wright. En Nueva York, vive parte del año y se siente libre.

A sus 82 años continúa a pie de obra, luchando por una arquitectura de «luz y ligereza».

Foster: » La clave de mi trabajo es la creencia de que la arquitectura es importante para la gente; de que la calidad de lo que nos rodea, de cómo está diseñado, desde una estación al pomo de una puerta, influye en nuestra vida. Y 55 años después tengo los mismos intereses, pasiones y preocupaciones que cuando empecé. La ventaja es que hoy la tecnología me permite hacer cosas (por ejemplo, con la arquitectura del cristal) que cuando empecé eran imposibles».

Tribunal de Justicia Superior.

En 1965, cuando volvió a Inglaterra, fundó el estudio de arquitectura Team 4, junto a su primera esposa Wendy Cheesman, Richard Rogers y la esposa de éste, Su Brumwell. Dos años más tarde el nombre del estudio fue cambiado y quedó en Foster and Partners.

30 St May Axe Swiss Rie, Londres Reino Unido.

Hoy Foster + Partners (del que Norman sigue teniendo la mayoría de las acciones, aunque 140 de sus colaboradores ya cuentan con participaciones) factura entre 250 y 300 millones de euros al año (el 80% fuera del Reino Unido) y tiene una plantilla de 1.300 empleados. Tienen oficinas en Londres, Hong Kong, Abu Dhabi y Nueva York.

Foster: » Intentamos adelantarnos a nuestro tiempo. Atisbar cómo van a ser las cosa en 100 años».

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Tras más de medio siglo de carrera, 300 edificios que han redefinido el perfil de muchas ciudades; un título nobiliario (dado por la Reina Isabel II de Inglaterra); un Príncipe de Asturias, un Pritzker, una veintena de doctorados; haber reinventado los rascacielos, aeropuertos, museos, y oficinas, de estar casi en la bancarrota, varias veces incluso; de haber disfrutado de la amistad de artistas como Francis Beacon, Henry Moore, Anthony Caro, Serra, Kapoor o Giacometti. Foster también es coleccionista de arte, junto a su segunda mujer, la española Elena Ochoa, psicóloga y profesora de Universidad, que actualmente dirige la editorial y galería de arte «Ivorypress». Se hizo famosa por presentar el programa de televisión «Hablemos de sexo».

Norman Foster con su mujer, Elena Ochoa.

Norman Foster es un ser irrepetible, solitario. Va por libre. Huye del encasillamiento hasta el punto de que prefirió ocupar durante años su escaño como independiente en los lores antes que sumarse a los conservadores o los laboristas. Los tories le hicieron caballero; y el laborista Tony Blair, barón.

«Rara vez cae en la complacencia», afirman sus socios más antiguos, como el arquitecto David Nelson: «Es patológicamente incapaz de sentirse satisfecho con lo que hace. Quiere ir más lejos. Su empuje y pasión son inagotables».

Foster ha construído sus sueños. No es un teórico. Es un pragmático, va más allá del concepto, aunque siempre acompañado de su lápiz y papel, croquis y anotaciones.

Apuntes de Norman Foster.

Cree en el espacio público, por encima del privado. Cree en el urbanismo, en unas infraestructuras dignas, y eficaces; su preocupación desde los años 70 ha sido el medio ambiente, la sostenibilidad y la eficiencia, a través de la tecnología y la economía de medios.

«Debemos hacer más con menos y reducir la arquitectura a su mínima expresión». Cree en la integración armoniosa entre lo viejo y lo nuevo. Es un curioso compulsivo, siempre buscando respuestas de cómo se puede hacer todo de una forma más limpia y barata.